El guiñote apuesta ser Bien de Interés Cultural

¿A cuántos de ustedes les han cantado las Cuarenta? ¿O han arrastrado con el “Oré”? Han cantado las 20 en sotas o en copas... Expresiones que, aunque no hayan jugado nunca al guiñote, seguro que les suena. El Guiñote es mucho más que un juego de cartas, un juego que generación tras generación ha servido para socializar en prácticamente todos los pueblos aragoneses.

Alberto Planas, presidente de la Asociación Aragonesa de Guiñote, “Guiñarte”, explica que hay documentos escritos de finales del siglo XIX en los que aparece el guiñote, aunque en el siglo XV en los territorios de la Corona de Aragón había juegos similares como la bríscola que se jugaba en Italia. En España se convirtió en la brisca, de ahí al tute, al tute aragonés y ya al guiñote.

En la actualidad hay unas 100.000 personas que juegan al guiñote a diario y aunque los mayores de 40 años son los que más juega, cada vez se acercan más jóvenes a la modalidad on line que se ha lanzado desde la Asociación a través de un portal de Internet. Lo que ha hecho que desde 2015 tengan socios no sólo de Aragón sino también de comunidades limítrofes e incluso de países europeos.

Por el carácter de unión entre quienes juegan, por la labor de socialización sobre todo en los pequeños municipios y por contar con historia, desde la Asociación han solicitado que el guiñote se proteja como Bien de Interés Cultural. Una petición que persiguen desde la asociación casi desde su creación en 2015, cuando nacieron para divulgar y que no se perdiera este juego de cartas.