Un equipo de seis buzos especializados llevan desde el pasado noviembre realizando una delicada intervención en el embalse de El Grado. Descienden a 50 metros de profundidad para preparar el desagüe de fondo del embalse, un trabajo imprescindible que permitirá sustituir y reparar las compuertas del túnel derecho y cumplir con la normativa vigente de seguridad
La Confederación Hidrográfica del Ebro (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) detectó un problema técnico en las compuertas del desagüe en 2016. Esta circunstancia obligó a realizar una obra en el túnel izquierdo del citado desagüe, para que funcionara correctamente. Estos mismos trabajos se están ya acometiendo en el túnel derecho, para cumplir con la vigente normativa de seguridad de presas.
Raimundo Lafuente, adjunto al director técnico de la CHE y director de los trabajos, ha explicado que en 2017, mediante una obra de emergencia, se arregló el desagüe izquierdo y ahora se está trabajando en el desagüe derecho. Se han publicado las Normas Técnicas de Seguridad de Presas, en 2021, que obligan a tener todos los vertederos y desagües hábiles en cualquier circunstancia. Y, al mismo tiempo, es necesario mantener agua en el embalse para satisfacer los usos, de modo que los buzos, bajando a 50 metros, colocan estos escudos protectores “aguas arriba de la cámara de compuertas, para poder trabajar en seco a lo largo de toda la cámara de compuertas. Colocados los escudos se va a trabajar en dos galerías con dos desagües cada una de ellas. Y en cada tubería, tres compuertas en serie”. De estas compuertas, las que se encuentran aguas arriba se anulan y retiran, las de aguas abajo se reparan y las que estaban en medio se sustituyen por unas nuevas.
Una vez colocadas las nuevas compuertas hay que blindar los conductos y cubrir de hormigón el conjunto .El desagüe de fondo se utiliza sobre todo para laminar las avenidas en el río Cinca de forma más eficiente.