Las familias de los 21 niños y niñas han vuelto a reiterar que sus hijos en Caneto “son felices, conviven y aprenden en el medio rural integrado en su espacio educativo”. Han decidido negarse al transporte para evitar “poner en riesgo” a sus hijos por una pista forestal asfaltada y “sin mantenimiento”.
Piden seguir apostando por un diálogo con la administración para encontrar una solución adecuada para ambas partes. En este sentido, solicitan una medida de gracia ante la administración para mantener la escuela abierta mientras se subsanan los incidentes técnicos que alega la administración para su cierre.
Teniendo en cuenta las últimas declaraciones y argumentos, las familias se han mostrado molestas con el lenguaje utilizado al señalar, por ejemplo, que “una valla electrificada” delimita la escuela cuando en realidad se trata de un pastor eléctrico, usado recuerdan en todos los pueblos para salvaguardar la interacción entre las personas y la ganadería.
En las últimas horas, el pleno del ayuntamiento de Tierrantona ha aprobado por unanimidad solicitar una escuela para Caneto abogando por ayuda económica y administrativa que logre una solución “no dilatable en el tiempo a la existencia de unos niños que lo son hoy y que, de seguir el trámite normal, posiblemente no puedan llegar a disfrutar de esa futura escuela por ser demasiado mayores”.