Vivienda pública de alquiler

Tras 14 años de bloqueo, empiezan las obras en La Merced

El Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, a través de Suelo y Vivienda de Aragón, ha impulsado el proyecto para la construcción del edificio de 88 viviendas públicas en el solar de La Merced en Huesca, que se destinarán a alquiler y cuya construcción se prevé ejecutar en tres fases. Las obras de la primera fase han empezado hoy, con un plazo de ejecución de hasta 24 meses.

Redacción

Huesca | 08.08.2022 12:38

Empiezan las obras en La Merced | DGA

En Huesca hoy han empezado las obras de la primera fase de la Merced con la que se levantarán 27 viviendas en el solar 90 garajes y 88 trasteros. La directora general de Vivienda y Rehabilitación, Verónica Villagrasa, destacaba que con esta actuación "no solo se consigue incrementar el parque de vivienda pública en alquiler sino que contribuye a la regeneración del barrio de San Lorenzo".

A esta primera fase se destinarán unos 5,9 millones de euros y a la segunda y tercera fase cerca de 7 millones. Además, en esta fase se realizarán las obras de urbanización de todo el solar, los garajes, trasteros y zonas comunes de las tres fases.

El desarrollo de este solar, donde estaba el antiguo cuartel de la Merced y situado en el barrio de San Lorenzo de Huesca llevaba bloqueado 14 años. Sobre él se edificarán, por fases, 88 viviendas de alquiler asequible con una inversión superior a los 20 millones de euros. La concejala de Urbanismo, María Rodrigo, agradecía a la consejería de Vivienda, su compromiso con Huesca.

Por su parte, el gerente de Suelo y Vivienda de Aragón, Javier Albisu, ha indicado que las obras de urbanización se prolongarán unos 18 meses, mientras que las obras en el interior tardarán hasta 24 meses.

Albisu también se ha referido a que uno de los objetivos de esta intervención edificatoria es optimizar las demandas ambientales y por ello se construirá con criterios de bajo consumo energético para obtener la certificación "Passivhaus classic". Un compromiso con el medio ambiente, pero también un compromiso con las personas que vayan a vivir en estas viviendas que deberán afrontar recibos muy reducidos por sus consumos de energía y disponiendo de una elevada confortabilidad.