Con un presupuesto de 8,4 millones de euros, ya ha empezado en Zaragoza la primera fase de las obras de regeneración del río Huerva. Las máquinas ya están trabajando en el tramo entre el Puente Blasco del Cacho y el cubrimiento del río en Gran Vía, y entre el puente de la calle Miguel Servet hasta la desembocadura del Ebro. Las obras van a permitir construir un tanque de tormentas, renovar las redes de saneamiento o desbrozar y tratar las riberas para acabar con las plantas y árboles invasores que impiden el desarrollo de la flora autóctona y la fauna.
Empieza así uno de los proyectos de legislatura más ambiciosos. La alcaldesa, Natalia Chueca, lo sitúa “en el top 3”. En una visita a la altura del puente de del Emperador Augusto, ha detallado que, tras estas obras, que durarán ocho meses, se ejecutará la segunda fase de la regeneración para crear zonas de esparcimiento, carriles bici o nuevas sendas peatonales. “Esta segunda fase es la que nos permitirá transformar, vestir estas obras iniciales”. Actualmente está en fase inicial la redacción de ese proyecto.
Una vez culminada toda la obra, se acabará así con la imagen descuidada y sucia que presenta actualmente el Huerva a su paso por Zaragoza. La inversión total ascenderá a 27 millones de euros y la previsión es que, en 2027, zaragozanos y visitantes puedan disfrutar de ese nuevo jardín.
La regeneración del Huerva será una realidad gracias a las partidas del Gobierno de Aragón y Ayuntamiento, y a los fondos europeos de la Fundación Biodiversidad. El consejero de Medio Ambiente del ejecutivo autonómico, Manuel Blasco, ha destacado la importancia estética de este nuevo parque fluvial del río Huerva pero también su importancia como proyecto medioambiental.