El Ayuntamiento de Zaragoza ha utilizado un dron para esparcir 100 litros de larvicida ecológico mezclado con otros 100 litros de agua para evitar la proliferación de mosca negra en el cauce del Ebro, a pesar de que las crecidas de la primavera y que las altas temperaturas se están haciendo esperar más que en años anteriores, están haciendo que todavía no se esté notando mucho su presencia.
El larvicida que se ha administrado es un compuesto ecológico que sólo actúa contra las larvas de la mosca negra y que no tiene ningún efecto nocivo en el resto del ecosistema, tanto la flora como la fauna. Normalmente, estos tratamientos se aplican desde embarcaciones de bomberos, ha explicado el veterinario del Instituto Municipal de Salud Pública, Emilio Martínez.
En esta ocasión, se ha optado por administrar el producto con un dron porque el calado que ofrece el río es inferior y dificulta las labores, además de que es más fácil que algas y macrófitos puedan enredarse en las hélices. Las labores se han centrado en la zona de la Expo y en las proximidades del Puente de Piedra. Cada quince días, el Instituto Municipal de Salud Pública recogerá muestras para comprobar la evolución de la mosca negra y comprobar la efectividad del tratamiento. Emilio Martínez ha destacado la importancia del trabajo de coordinación entre municipios para impedir que gracias a su autonomía de vuelo, de más de 20 kilómetros, la mosca negra se traslade desde puntos donde no se ha prevenido su presencia.