Aunque en un primer momento no se pudo determinar quién el autor de los hechos, se recogió muestra del perfil genético con el fin de buscar coincidencias con una relación de parentesco.
Cuatro años después se ha obtenido un resultado positivo que establece la relación paterno filial entre el feto hallado y un joven de 29 años, residente en Teruel. Tras identificar al padre, también se ha conseguido dar con la madre, una mujer de 34 años.
Ambos han pasado a disposición judicial en el juzgado de instrucción número 1 de Teruel.