El fin de semana se ha saldado con cuatro rescates en las montañas de la provincia de Huesca. La Guardia Civil ha auxiliado a cuatro personas por diferentes motivos: lesiones, agotamiento e hipotermia.
El viernes fue el día con más actividad para el cuerpo. A las 8.05 horas, la central recibió un aviso de que una montañera, vecina de Zaragoza, se encontraba en el Refugio del Ángel Orús y no podía continuar debido a un esguince de rodilla. La accidentada fue introducida en la aeronave y trasladada a la helisuperficie de Benasque, donde fue atendida y pudo marcharse por su propio pie.
A las 10.15 horas, un escalador informó sobre un accidente sufrido en el pico de Aspe, donde cayó al romper una presa de mano y se produjo daños en la pierna izquierda a la altura del tobillo. Se trata de un hombre de 34 años y vecino de La Coruña que fue trasladado al hospital de Huesca.
Y el mismo viernes, a las 20.40 horas, fue rescatado un hombre, de Irún y 65 años, con síntomas de agotamiento se encontraba extraviado, en las proximidades del Ibón de Barbarisa. La persona afectada fue localizada sobre las 23.52 horas y se le proporcionó ropa de abrigo, agua y comida. A las 1.30 horas, la Guardia Civil dejó al hombre, ya recuperado, en su vehículo particular.
El sábado hubo un rescate más. Fue a una mujer de Zaragoza, de 27 años. El guardia del refugio de Bachimaña informó de que a las 8.30 horas llegó la atendida en estado de hipotermia leve, con toda la ropa mojada, y con gran nerviosismo, lo cual le impedía caminar por su propio pie. Tras varias averiguaciones, se supo que dicha persona se marchó de dicho refugió el día 20 de este mes tras permanecer allí durante varios días, con lo cual era conocida por el personal del lugar, que al verla le había proporcionado ropa seca y alojamiento en una habitación para que entrase en calor. Fue trasladada al Hospital San Jorge para exploración y cuidados.