La evolución descendente de los casos ha permitido que desde esta madrugada se haya levantado el confinamiento perimetral de Zaragoza capital y Calatayud. Estas restricciones de movilidad se han extendido durante un mes. Los habitantes de las dos localidades señalan que poder entrar y salir del municipio supone un alivio, aunque apelan a la responsabilidad para evitar que vuelvan a dispararse los contagios.
El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, señala que es un paso importante, pero lo fundamental es recuperar cuanto antes los aforos y horarios en las actividades no esenciales. Y es que las restricciones en la hostelería, especialmente durante los fines de semana, están lastrando al sector.
El levantamiento del confinamiento perimetral de la ciudad de Zaragoza va a tener un efecto en la economía de la provincia, ya que muchos ciudadanos van a aprovechar la ocasión de visitar otros puntos del territorio. El Moncayo es uno de los destinos favoritos. Allí este fin de semana las casas rurales rondan el 70% de la ocupación.
En estas últimas 24 horas, muchos zaragozanos han hecho sus reservas. Esta situación permite aliviar la delicada situación de estos establecimientos que llevan semanas nutriéndose solo de vecinos de los puntos no confinados de la provincia.