Se jubilan más conductores de tren de los que salen de las escuelas de conducción, de forma que cada año se generan más de cuatrocientas vacantes. Algunas compañías ferroviarias tienen auténticas dificultades para cubrir sus plantillas porque en Aragón no hay demasiados jóvenes que se formen para ser maquinistas. Esto hace que los aspirantes a maquinistas que culminen con éxito el curso que hoy comienzan tengan prácticamente garantizado el trabajo, explica el responsable de la Escuela de Conducción de Renfe en Zaragoza, Jesús Cebrián.
Para acceder este curso hay que tener cumplidos 20 años, el título de Bachillerato o equivalente y superar una prueba psicofísica. Por delante tienen un curso 1150 horas que impartirán en algo menos de un año, de las que 650 son de teoría y 500 de prácticas, que realizan primero en simulador y después en trenes reales.
Según Cebrián, la parte técnica se va aprendiendo con la experiencia y es lo más fácil para los alumnos. Más compleja es la parte jurídica y de normativa, así como el aprendizaje de los protocolos ante situaciones extraordinarias que se pueden producir durante la marcha. En cuanto a los perfiles de los alumnos destaca fundamentalmente dos: los que vienen de sagas familiares con tradición en el sector ferroviario y los apasionados del ferrocarril que sueñan desde niños con dedicarse a conducir trenes.