Los pueblos que beben del pantano de Cueva Foradada empiezan a recuperar poco a poco la normalidad tras más de dos meses sin agua potable. A finales del mes de agosto las tormentas caídas en la zona provocaron una avería en la potabilizadora de la comarca que derivó en la turbidez que han padecido hasta ahora.
Las últimas analíticas que se han publicado esta mañana han dado como apta para el consumo humano el agua de Oliete, Ariño, Jatiel, Albalate del Arzobispo y Samper de Calanda, mientras que La Puebla de Híjar, Híjar, Castelnou y Urrea de Gaén tendrán que seguir esperando.
El alcalde de Ariño, Carlos Ros, asegura sentirse "tranquilo" y deja en manos de los vecinos el seguir bebiendo agua embotellada porque "una vez tenemos el visto bueno del departamento de Sanidad, no hay razones para seguir con restricciones".