La Guardia Civil y la Confederación Hidrográfica del Ebro van a segmentar el cauce completo del río Queiles para analizar el agua en cada uno de los tramos y tratar de localizar el foco de contaminación causante del brote de gastroenteritis en Tarazona. Es la decisión que han tomado en una reunión en la que también han participado los responsables del Ayuntamiento y del Gobierno aragonés.
Hasta el momento, se han confirmado 452 casos de gastroenteritis en Tarazona y localidades próximas. Aunque se está trabajando intensamente y en colaboración con los gobiernos de Navarra y Castilla y León, por ahora no se han detectado vertidos ilegales ni otras actividades ilícitas que pudieran haber contaminado el río.
El consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, mantiene la recomendación de no consumir agua del grifo, mientras los análisis sigan dando positivo en el protozoo que causa la enfermedad. Reconoce que podrían no llegar a encontrar el foco, y en ese caso, el consumo se autorizaría cuando todos los análisis dieran negativo.