A pesar de que la Confederación del Ebroha cerrado la puerta un posible mini trasvase a la zona tarraconense del Priorat para regar, la Generalitat de Cataluña insiste en impulsar esta transferencia de agua para paliar los efectos de la sequía. Desde el organismo de Cuenca dejan claro que este proyecto no estaba incluido en el Plan 2022- 2027, ya que el Gobierno catalán no lo planteó en su momento.
Sin embargo, el delegado territorial de la Generalitat en las Tierras del Ebro, Albert Salvador, insiste en la necesidad de impulsar este proyecto para garantizar el riego de 5.000 hectáreas de viñedos y olivos. Y es que están dispuestos a asumir los 60 millones de euros que costará la tubería que derivaría 5 hectómetros cúbicos de agua hasta esa zona de la provincia de Cataluña.
Los regantes de la zona del Priorat defienden ese mini trasvase porque es un proyecto para garantizar la producción. Confían en que se puedan acelerarse los trámites para ejecutar la instalación de la tubería que permitía la transferencia de agua.
Sin embrago el presidente de los Regantes del Ebro, César Trillo,se opone frontalmente a que se ceda agua para reforzar unos regadíos que están fuera de la Cuenca Hidrográfica.
Desde el Partido Aragonés están expectantes ante la posibilidad de que el Gobierno de España pueda ceder ante esta reivindicación de la Generalitat. El diputado del PAR, Alberto Izquierdo, cree que los importante no es la cantidad de agua trasvasada, si no el hecho de que se realice esa transferencia. Además, sumándose al mensaje lanzado ayer por Azcón, pide el rechazo de todos los partidos a este proyecto y recuerda que en Aragón quedan obras pendientes.