La Gorga de Boltaña y Balupor, en el río Ara, las pozas de Puyarruego en el río Bellós, las del Molino en Torla, las de Bergua en Broto, el salto de Pozán en el Vero o en la cascada d’os lucas en Orós Bajo, son algunos de los enclaves naturales que más sufren la presión turística. La creciente masificación está generando un impacto negativo y causando disputas con las comunidades locales, sin ofrecer beneficios claros para las comarcas afectadas.
Una situación que está llevando a una degradación ambiental de zonas de gran valor ecológico, con serios daños en ecosistemas frágiles, la generación de residuos no gestionados adecuadamente y una disminución en la calidad de vida de los residentes locales. Por ello CHA tiene previsto presentar en las Cortes una proposición no de ley para instar al Gobierno de Aragón a desarrollar un plan integral de gestión de la masificación turística en los ríos pirenaicos. Un plan que debe contar con la participación efectiva de los ayuntamientos y comarcas afectadas así como de la CHE, con el objetivo de establecer una estrategia conjunta que aborde la gestión sostenible del turismo en los ríos pirenaicos aragoneses.
En segundo lugar, CHA plantea impulsar campañas de concienciación y educación ambiental dirigidas tanto a turistas como a operadores turísticos, con el fin de promover comportamientos respetuosos con el medio ambiente y minimizar el impacto de la actividad turística en los ríos.
El portavoz del grupo parlamentario de CHA, Joaquín, Palacín apuesta asimismo por establecer mecanismos de control y vigilancia en los puntos de mayor afluencia, incluyendo la instalación de señalización adecuada, la presencia de personal de vigilancia ambiental y la regulación de acceso a las zonas más vulnerables. Por último cree necesario, promover un modelo de turismo sostenible. que priorice la conservación del entorno natural y el bienestar de las comunidades locales.