Estas personas, que se alojaban en un apartamento turístico de la plaza del Pilar de Zaragoza, seleccionaban las viviendas que querían asaltar y las marcaban con pequeños señuelos para asegurarse de que sus propietarios estaban fuera de la ciudad.
Los agentes iniciaron la investigación tras detectar a los detenidos en actitud sospechosa estudiando las fachadas de algunos edificios sin cámaras de seguridad, y los pillaron in fraganti cuando intentaron acceder a uno de ellos, en la zona centro de la capital aragonesa.
Estas bandas cuentan con el material necesario para entrar en los pisos sin dañar las cerraduras y de noche, por lo que este tipo de robos suelen pasar desapercibidos durante mucho tiempo. Es la cuarta banda especializada en asaltar casas que cae en Aragón este verano. Tres de ellas han sido desarticuladas en la ciudad de Zaragoza y una en Huesca.