Los bomberos de Zaragoza inspeccionan con drones y grúas las cuatro torres de la basílica del Pilar para analizar el estado de las cornisas y otros elementos ornamentales, y actualizar con esa información el proyecto de restauración encargado a raíz de los desprendimientos ocurridos en mayo de 2022. El cuerpo dependiente del consistorio colabora así con el Cabildo, que ejecutará esos trabajos presupuestados inicialmente en unos dos millones de euros.
La cantidad final dependerá del proyecto definitivo, que podría estar listo en unas semanas, pero no dan fechas. El siguiente paso será remitirlo a la Comisión Provincial de Patrimonio, para que dé el visto bueno y poder iniciar entonces los trabajos. Tanto del proyecto como de la dirección de obras se hará cargo el arquitecto Javier Ibargüen.
La idea es comenzar en las dos torres que dan a la plaza y luego continuar con las de la ribera. El portavoz del Cabildo, José Antonio Calvo, espera que algunas obras de mejora de las torres – que están bien estructuralmente – puedan estar terminadas para las Fiestas del Pilar. Las torres seguirán valladas los próximos meses, aunque los trabajos de mejora podrían ejecutarse mediante escalas, sin necesidad de instalar andamios. Desde el Cabildo pedirán apoyo económico a las administraciones para sufragar el coste.
El consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, ha incidido en la importancia del trabajo en términos de seguridad. Por eso, el consistorio ha encargado planes de seguridad y salud para preservar el espacio del Pilar durante las obras, prestará medios auxiliares y asesoría técnica. Por eso, junto al Cabildo, han creado una comisión de seguimiento de los trabajos de la que formarán parte también, por ejemplo, Bomberos y Policía Local.