Azcón ha lamentado que, el nuevo plan, cuenta con menos apoyo que el anterior, porque el PSOE está convirtiendo el agua en un elemento de discordia. El líder de los populares recuerda que su aprobación supone eliminar 30 obras de regulación necesarias, que estaban incluidas en el Pacto del Agua.
Además, frente a lo que ocurre con otros territorios, como Cataluña, nuestra Comunidad pierde 40.000 hectáreas que los regantes aragoneses esperaban poner en funcionamiento en el futuro. Por eso, Azcón ha calificado como una mala noticia la aprobación de este nuevo plan hidrológico.
Azcón ha añadido que esto se une a otras malas noticias que se han conocido recientemente, como la fábrica de baterías que no se ubicará en Aragón o que el sueño olímpico cada vez tiene menos posibilidades, en referencia a la candidatura para albergar los Juegos de Invierno en 2030.
El Partido Socialista defiende su voto a favor al Plan de la Cuenca del Ebro porque ese documento, que planifica las necesidades hidráulicas hasta 2027, incluye financiación para las obras de los embalses de Yesa, Almudévar, Mularroya y Santolea y la transformación de 28.000 hectáreas de regadíos.
El portavoz del PSOE en las Cortes, Vicente Guillén, asegura que este nuevo plan del Ebro respeta la reserva de agua de 6.550 hectómetros cúbicos que fija el Estatuto y garantiza las obras del Pacto del Agua, porque sólo marca las prioridades de los próximos cinco años.