El Gobierno autonómico activará su plan de prevención por altas temperaturas del 15 de mayo al 30 de septiembre, aunque esta semana ya han empezado su labor de vigilancia. El verano pasado (entre el 1 de junio y el 15 de septiembre) fallecieron 4.045 personas en Aragón, y 147 de esas muertes estuvieron relacionadas con el calor, por lo que podrían haberse evitado.
Se emitirán alertas a la población cuando exista una previsión de superar el umbral de riesgo, que es distinto en cada zona. Por ejemplo, en la ribera del Ebro de Zaragoza ese umbral se sitúa en los 37 grados, mientras que en el Pirineo oscense es de 29,8. A partir de esas temperaturas, se considera que puede aumentar la mortalidad. La directora general de Salud Pública, Nuria Gayán, ha explicado la principal novedad de este año. En lugar de dividir el territorio en las tres provincias, se han definido nueve regiones isoclimáticas, lo que permitirá que las alertas sean mucho más precisas.
Ante el calor, Gayán recuerda la importancia de mantenerse hidratados, en espacios ventilados, protegerse del sol en las horas centrales del día, y llevar ropa ligera. Los mayores, enfermos crónicos, menores de 5 años y embarazadas son los principales grupos de riesgo, junto con deportistas y trabajadores al aire libre.