Comienza el mes de agosto, temporada alta para el turismo, y lo hace con buenas cifras de ocupación. Por ejemplo, en las comarcas pirenaicas de Sobrarbe, Ribagorza y Alto Gállego los alojamientos de turismo rural se sitúan en el 80% de media, aunque podrían rozar el lleno gracias a las reservas de última hora. Además, el puente del 15 de agosto animará a visitar todo Aragón y, en especial, el Pirineo.
El presidente de la Asociación Turismo Verde, Francisco Parra, señala que hemos recuperado ya las cifras previas a la pandemia, aunque explica que se ha producido un cambio de tendencia en cuento a las reservas y el número de pernoctaciones. "Ahora el cliente prefiere hacer reservas más cortas, quizá ir tres días aquí y tres días allá, y eso nos obliga a reformular la experiencia", ha explicado.
Después de los hoteles, los campings aragoneses son la opción preferida por los viajeros en Aragón. El año pasado los eligieron 472.000 personas, de las cuales el 40% eran extranjeros, sumando un total de 1.380.000 pernoctaciones. Este verano, las cifras vuelven a ser muy positivas. La ocupación ha rondado el 70% en julio y, para agosto, confían en superar el 85%.
La presidenta de la Asociación de Empresarios de Camping de Aragón, María Segura, explica que la mayor afluencia en época estival se produce en torno a los parques naturales de Ordesa, Monte Perdido y el Moncayo, donde los visitantes pueden disfrutar de la naturaleza y de numerosos servicios que, hasta hace unos años, solo ofrecían los grandes resorts.