Días más largos, actividades veraniegas, vacaciones... son muchos los placeres del verano, pero esta época también conlleva riesgos para la salud. Una larga exposición al sol puede ser peligrosa para nuestra piel, pero también puede causar golpes de calor o provocar serias consecuencias en la salud de nuestros ojos. La época estival incrementa el riesgo de sufrir patologías oculares. Francisco Castro, oftalmólogo del Hospital Miguel Servet explica que hay muchos factores que entran en juego: la exposición al sol, el agua del mar, el uso de lentillas, entre muchos otros.
Una larga exposición solar puede alterar la superficie ocular, provocando daños en los párpados, en la conjuntiva y en la córnea, asegura el oftalmólogo. La entrada de luz en los ojos, también puede llegar a la retina y causar daños en la zona principal de la visión. Castro asegura que es fundamental utilizar gafas de sol homologadas que defiendan de la radiación ultravioleta. Los mercadillos o las tiendas de ropa no garantizan la efectividad, es favorable adquirirlas en establecimientos especializados.
Francisco Castro cuenta que el cloro de las piscinas produce una alteración de la película lagrimal, es decir, provoca una variación en la parte del ojo que nos defiende del exterior. Es primordial el uso de gafas de buceo o de natación, o en caso de no tener, procurar no abrir los ojos dentro del agua.
Las lentes de contacto es otro de los factores que pueden afectar a la salud ocular. Castro recuerda que se debe evitar entrar en piscinas, ríos o mares con las lentillas puestas. Y hace hincapié en la importancia de no realizarles lavados en aguas que no estén tratadas.