En poco más de una hora y cuarto, La Madre plantea numerosas reflexiones que, sin ser una comedia, llegan a suscitar la carcajada del público: si existen límites en el amor de una madre o cómo afecta emocionalmente la marcha de un hijo según se va haciendo mayor y la madre deja de ser protagonista en su vida.
Aitana Sánchez Gijón encarna a Ana, una mujer que experimenta de forma descarnada ese proceso de adaptación al nido vacío, a la vez que sufre un gran desapego conyugal, que la conduce a una depresión que la lleva a convertirse en una persona asfixiante y una chantajista emocional que dice las cosas sin ningún tipo de filtro o consideración. La protagonista de La Madre confiesa que como personaje, Ana es un bombón del que está disfrutando mucho en toda la gira.
Cumpliéndose 225 años del Teatro Principal, la actriz ha reconocido que se trata de los teatros de España en el que más le gusta actuar al reunir las condiciones escénicas perfectas en todos los aspectos teatrales; salvo por un leve desnivel en su escenario, muy atractivo escénicamente, pero que puede incomodar a la hora de hacer el montaje y moverse sobre sus tablas.