Los agricultores aragoneses afrontan una campaña de siembra de cereales extremadamente difícil. La sequía provocó que la última cosecha se redujera cerca de un 40%, al tiempo que aumentaban los costes para las explotaciones. Eso ha hecho que los profesionales lleguen al momento de la siembra sin liquidez financiera suficiente.
Además, los precios que obtenían este verano en la lonja han disminuido. La cebada se pagaba a unos 240 euros por tonelada, frente a los 330 de hace un año, y el trigo para pienso a unos 265 euros, frente a los 360 de 2022. Por eso, el secretario general de UAGA, José María Alcubierre, pide apoyo a las administraciones. Lamenta que PP y Vox no hayan cumplido su compromiso de dar ayudas directas y asegura que es difícil acceder a los créditos blandos.
Ya está lloviendo en buena parte de Aragón. De hecho, Protección Civil ha activado hasta la medianoche de este jueves la alerta naranja por lluvias en el Pirineo y amarilla también por viento en zonas de Albarracín, Jiloca, Ibérica zaragozana Gúdar y Maestrazgo. Esas precipitaciones nos van a acompañar intermitentemente durante, al menos, la próxima semana.
Además, las temperaturas comienzan a bajar y apenas van a superar los 20 grados. Los aragoneses empiezan a cambiar el fondo del armario.