El museo aspira a ser el punto de referencia de los amantes del patrimonio de la Guerra Civil. El equipamiento se distribuye en tres espacios: un patio exterior, recepción y una sala que recuerda conceptualmente a una trinchera, donde se pretende impactar en el sistema emotivo de los visitantes.
El alcalde de Villarquemado, Federico Serrano, ha explicado que "no tiene material propio, sino que expone artículos de particulares y coleccionistas, por lo que la idea es centrar su actividad en exposiciones temporales, que puedan renovarse fácilmente".
La batalla de Alfambra tuvo lugar en febrero de 1938 a unos 25 kilómetros al norte de la capital, donde a comienzos del año que viene está previsto que arranquen las obras de la primera fase del museo de la Guerra Civil, con un presupuesto cercano a los tres millones de euros.
El presidente aragonés, Javier Lambán, ha matizado que lo que se pretende con su puesta en marcha "no es reabrir heridas sino todo lo contrario".