La ocupación ilegal de edificios nunca es pacífica, asegura el gerente del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Miguel Ángel Abadía, quien recalca que el estado en el que se encuentra el edificio de Compromiso de Caspe 83, ocupado ilegalmente y desalojado el miércoles por un incendio, no lo ha visto en todos los años que lleva trabajando en el área; no sólo por los daños causados por el fuego, sino por la desidia y la dejadez, consentida por la entidad propietaria.
En el caso del edificio en el que se declaró la ruina inminente la semana pasada en la calle Mariano Gracia, Abadía señala que no había superado la última inspección técnica y estaba en régimen sancionador por incumplimiento de la obligación de conservación por parte de la propiedad. Afortunadamente se pudo intervenir a tiempo, gracias al aviso por una fuga de agua que dejó en evidencia el grave riesgo de ruina del inmueble.
En el mismo sentido en el que se pronunciaba el consejero Víctor Serrano, Abadía considera lamentable que grandes tenedores, como bancos o fondos de inversión, hagan caso omiso a sus obligaciones y consientan la ocupación ilegal, que genera situaciones de riesgo por el deterioro de los edificios y enormes trastornos a los vecinos. Esta es una realidad; la otra responde a comunidades de propietarios con bajo poder adquisitivo que tienen dificultades para hacer frente al desembolso para acometer los trabajos requeridos.
La situación general del parque de edificios de Zaragoza es más que positiva, sin embargo. El 96% de los inmuebles de más de 50 años que son sometidos a la inspección de urbanismo las pasan con informes favorables. Desde que se puso en marcha la ITE en 2004 se han cerrado más de 13.000 expedientes favorables frente a sólo 500 inspecciones con resultados desfavorables.