La Confederación Hidrográfica del Ebro no descarta crecidas de carácter local en barrancos y cauces menores, aunque los regantes del Matarraña no creen que vayan a tener grandes afecciones. El agua recogida hace quince días sirvió para paliar la sequía de los últimos meses, y los sistemas hídricos están en condiciones de seguir acumulando reservas.
En el Guadalope los pantanos de Caspe y Calanda todavía no han alcanzado niveles preocupantes y en el conjunto de la cuenca se encuentran al 70% de capacidad, por lo que, si volviera a llover, el agua seguiría siendo bien recibida.
Y la nieve ya ha hecho acto de aparición en las comarcas de la Sierra de Albarracín, Gúdar Javalambre y el Maestrazgo, aunque tampoco han provocado incidencias porque el manto blanco tan solo ha cubierto los tejados de localidades como Fortanete.