XL Venta de dulces de conventos de clausura de Sevilla y provincia
3 de diciembre de 15:00 a 18:30 h.
Del 4 al 6 de diciembre de 10:00 a 18:30 h.
Real Alcázar de Sevilla
1er año (1985) en el Instituto Francés.
14 años (1986-1999) en el Salón de Santo Tomás del Palacio Arzobispal.
1 año (2000) en el Atrio de la Catedral.
24 años (2001-2024) en el Salón Gótico de los Reales Alcázares (menos 2020)
En Sevilla y provincia hay 34 conventos de clausura con cerca de 500 monjas. Los 20 conventos que exponen sus dulces en la muestra traen este año más de 280 variedades, que suponen más de 22.800 cajitas de exquisiteces; unos 10.000 kilos de dulces.
7 de Sevilla: S. Leandro (Agustinas), Sta. Paula (Jerónimas), Sta. Inés (Clarisas), S. Clemente (Cistercienses), Madre de Dios (Dominicas), Sta. Ana (Carmelitas) y Sta. María de Jesús (Clarisas)
13 de la provincia de Sevilla: Jerónimas de Constantina, Jerónimas de Morón, Clarisas de: Alcalá, Estepa, Marchena, Morón y Carmona, Dominicas de Bormujos, Mercedarias Descalzas de Marchena y de Osuna, Concepcionistas Franciscanas de Osuna y Carmelitas de Osuna y de Utrera.
Nos encontramos con un año importante para Sevilla, con la Magna durante el Puente de la Inmaculada, es por lo que adelantamos un poco los días de venta y hacemos un llamamiento a los sevillanos para que sigan apoyando y ayudando a nuestras monjas con la compra de dulces de navidad que supone un ingreso imprescindible para su sustento.
Además, animamos a los sevillanos a:
Comprar en los Tornos: Antaño las monjas elaboraban sus dulces como agradecimiento a sus benefactores, sus recetas tienen siglos de antigüedad. Ahora su elaboración es su trabajo diario y el sustento para mantenerse y conservar los monasterios. Mantengamos las tradiciones, compremos productos de calidad, artesanales y completamente naturales.
Regalar Dulces de las Monjas: Los dulces de las monjas son un regalo económico en tiempo de crisis, que gusta a todos y que se puede compartir. Productos de mucha calidad por su materia prima y porque están hechos a mano, con primor, en silencio y oración. Productos elaborados en sus obradores y que se pueden enviar, desde la clausura, a cualquier punto de España.
Las monjas de clausura no salen a pedir a la calle, no tienen subvención de ningún tipo, ellas viven de su trabajo y de las limosnas que reciben. Tenemos la gran suerte en la diócesis de Sevilla de tener 34 Conventos dedicados a la oración que tanta falta nos hace, ellas están al día de todo lo que sucede en el mundo y rezan por toda la humanidad. Su lema es Ora et Labora. Es responsabilidad nuestra ayudarles en lo que podamos para que ellas puedan tener Paz.
Consumir productos de las monjas es una forma de valorar, conservar y perpetuar
nuestro rico patrimonio gastronómico y cultural.
Los dulces de los conventos de clausura de Sevilla cuentan con el Sello de Calidad:
“Sevilla Ora et Labora” ya que cumplen los siguientes requisitos:
1.- Hechos en los obradores de los conventos, por monjas de clausura que trabajan en oración y silencio. Se trata de productos exquisitos desarrollados con autenticidad en comunidades de paz y entornos únicos.
2.- Elaborados de forma artesanal: todos sus productos son elaborados a mano con paciencia y dedicación. Hechos con primor y con materia prima de primera calidad. Y por supuesto guardando todas las medidas de seguridad e higiene.
3.- Patrimonio gastronómico de Sevilla: muchas de sus recetas tienen siglos de antigüedad, son joyas de nuestra gastronomía. Especialidades que son parte importante de la historia de la ciudad. Mezcla de influencias de todas las culturas que han pasado por Sevilla. Productos llenos de historia. Riqueza de la tradición.
4.- Sencilla y cuidada presentación: acorde con el estilo de vida de las monjas y siguiendo la tradición. Envasados y etiquetados cumpliendo con la normativa en calidad y seguridad alimentaria obligatoria.
5.- Producción limitada: la actividad principal de las monjas de clausura es la oración contemplativa. Es por lo que tan solo elaboran dulces y otros productos artesanos para su subsistencia. No tienen una producción industrializada.