Estas organizaciones, como recuerdan en un comunicado, se han dirigido "repetidas veces" al alcalde, el 'popular' José Luis Sanz, para que, "en razón de sus competencias, no autorice la ocupación del último espacio libre existente en las inmediaciones del Benito Villamarín por suponer un riesgo para la convivencia, la calidad de vida de los barrios y por una cuestión de seguridad".
Las citadas asociaciones expresan en la exposición de motivos de la propuesta su "deseo" de que el citado estadio "vea acabado su proyecto para disponer de unas instalaciones más confortables y seguras", al tiempo que se oponen a la construcción anexa al recinto deportivo "de 32.000 m2 de suelos de usos terciarios, ya que tensionaría aún más un sector ya saturado, afectando gravemente a la calidad de vida y al paisaje urbano heredado de la ciudad de la Exposición Iberoamericana de 1929".
"El aprovechamiento anunciado de los usos terciarios --365 días al año las 24 horas-- provocará contaminación acústica, lumínica y una notable perdida de las condiciones de vida, afectando no solo a los barrios más próximos", destaca el comunicado vecinal. "No queremos un Bernabéu en el sur de la ciudad, sólo un estadio de fútbol confortable y seguro".
En este sentido, las asociaciones exponen en su escrito su "gran preocupación" sobre las recomendaciones de seguridad en el perímetro del estadio y en los puntos de ingreso y de salida, así como la "necesaria existencia de un área de seguridad para facilitar la rápida evacuación". Para ello, esgrimen las recomendaciones fijadas por el Comité Permanente sobre Protección, Seguridad y Servicio en los Partidos de Fútbol y en otros Eventos Deportivos, entre otras razones.
Al respecto, los vecinos piden una "valoración previa y pública" de que las nuevas instalaciones reúnen las condiciones de seguridad adecuadas, conforme no solo a la normativa española sino a las recomendaciones de la FIFA y del Consejo de Europa.
En el debate originado en el seno de la Junta de Distrito, Vox explicó su abstención "por la necesidad de coordinarse con sus órganos de dirección"; Podemos votó de manera favorable a las peticiones de los ciudadanos; el PSOE se abstuvo "por una cuestión de procedimiento" y el delegado municipal y los representantes del PP votaron aludiendo a la "legalidad del proceso seguido" y el hecho de que "no se debería enjuiciar un proyecto que aún no ha desarrollado su Estudio de Ordenación", tal como aseguran las entidades vecinales.
Estas organizaciones, por último, han advertido de que una aprobación en el Consejo de la Gerencia de Urbanismo de la modificación del PGOU "para que se autorice cualquier tipo de uso terciario en los estadios de la ciudad, supondría dar carta blanca a los clubes, amenazando gravemente el interés público, y, especialmente, la convivencia entre estos espacios y los barrios vecinos".