Según los vecinos, la presencia de muchos perros en ese parque habilitado especialmente para ellos, genera molestias por el ruido. La ubicación y el hecho de que los bloques que rodean ese parque sean altos provoca un efecto multiplicador del ruido de cualquier actividad que se produce en su interior y eso llevó a los vecinos a denunciar al Ayuntamiento, pero también ante la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, este asunto pidiendo su traslado a otra zona más apropiada. De hecho el Distrito entendió que había que buscar otro sitio pero finalmente no se pudo realizar el traslado por problemas técnicos y se ha vuelto a la zona de la que fue retirado aunque ligeramente más esquinado para que quede más alejado de la zona con viviendas y esté más ventilado.
Esto ha llevado a los vecinos, tal y como nos ha explicado Urbano, a retomar las protestas e incluso se plantean "acudir a los tribunales". El problema, según el representante vecinal, es "que no hay una normativa aplicable a estos espacios que son de reciente creación y sobre los que no se puede hacer nada".