En esta tercera edición, 212 mujeres de toda España han compartido sus historias de vida, sumándose así a las cerca de 600 historias presentadas en anteriores ediciones. Entre las premiadas, una sevillana, Marian Vaya García y entre las que han compartido sus historias otra sevillana, Laura López. Su hijo Álvaro sufre una mutación genética que ha derivado en multitud de enfermedades y patologías asociadas tales como epilepsia, falta de control cefálico, problemas auditivos y visuales, retraso motor e intelectual. López reconoce que "nadie está preparado para recibir una noticia así porque te haces una idea de como va a ser la maternidad pero luego la vida de te da un palo". asegura.
A pesar de que todo está en su contra "hemos sabido encontrar un camino con ayuda, entre otros de profesionales, un camino de lucha y de superación propia". Esta madre decidió ponerse en contacto con los otros padres de los otros niños con esta misma enfermedad de los que solo se conocen 7 casos en España. Han compartido penas, diagnósticos, evoluciones y creado una asociación entre todos los padres porque ni siquiera existía. Se han puesto en contacto con un investigador para abrir una línea de investigación de esta enfermedad además de abrir blogs, y redes sociales de la asociación y del propio Álvaro para poder recaudar fondos.
Esta madre afirme que es "una historia que solo acaba de empezar, que va a ser muy dura, pero seguro también muy gratificante. Una historia de superación y no solo para mí como madre sino para todos los que me rodean y para aquellos que quieran tomar esta historia como modelo. Su mantra es Avanzar lento, también es avanzar, y es una lección de vida para ser conscientes de lo insignificantes que pueden llegar a ser nuestros problemas.