A mediodía del jueves estaba todo acordado entre Sevilla y Valencia para la cesión de Rafa Mir. El conjunto ché iba a pagar 500.000 euros de la ficha que le quedaba por cobrar al delantero cartagenero e iba a incluir una opción de compra de unos 6 millones de euros. Por la noche, el Valencia rompió el acuerdo y decidió no firmar a Mir, alegando que el Sevilla había cambiado las condiciones a última hora. Y desde el club nervionense filtraban que fue el Valencia el que cambió los detalles del contrato. El futbolista se plantó en las oficinas del Sánchez Pizjuán para intentar desbloquear la situación, pero ya en Mestalla habían decidido que no iban a ejecutar la operación.
Al permanecer Mir en la plantilla sevillista, sólo quedaba una ficha libre. El Sevilla pretendía firmar a Véliz y Bozenik, pero el eslovaco se tuvo que volver por donde vino. No se terminó de cerrar el acuerdo económico con el Boavista y, además, el equipo de Nervión no tenía ficha libre, ya que por la mañana había anunciado que inscribía en el primer equipo a Kike Salas. Robert Bozenik, que llegó por la mañana a la capital hispalense y del que el presidente había dicho que “a Orta le gusta mucho”, tuvo que regresar a Portugal.
Sí que firmó el director deportivo a Alejo Véliz, punta argentino de 20 años procedente del Tottenham, que llega cedido sin opción de compra. Su reconocimiento médico fue muy exhaustivo porque tuvo una lesión en los ligamentos de la rodilla derecha el pasado 28 de diciembre, de la que aún se está recuperando. Sorprendió su fichaje dado que le queda aproximadamente un mes para poder jugar, pero doctores tiene la iglesia. Eso sí, ahora mismo el Sevilla tiene 5 delanteros.