Las redes sociales, en cuanto se oficializó este martes el traspaso del lateral argentino, comenzaron a arder. Y no es para menos. La tensa situación económica del club nervionense le ha llevado a aceptar la primera oferta que ha llegado por un jugador que el año pasado pudo haber dejado en las arcas hasta 9 millones de euros del Aston Villa. Pero claro, era Monchi el que se lo "llevaba". Ahora las cuentas no salen y el Sevilla está asfixiado, con el límite salarial excedido y con Iheanacho esperando para ser inscrito. Y con este movimiento la entidad sevillista se ahorra 1,5 millones que tenía pendiente de pago a Acuña, más los 5 millones brutos de su ficha. Algo es algo, dicen en el club. River no paga nada por el traspaso, aunque en el contrato se estipulan una serie de bonus que el Sevilla cobraría si jugara un número de partidos y/o ganara títulos, asciendiendo como máximo a 2,2 millones de euros.
Y ahora hace falta un lateral. El Sevilla Fútbol Club negocia con el Brighton por el joven lateral argentino Valentín Barco. La propuesta por este defensa de 20 años es una cesión por una temporada, mientras que se negocia una posible opción de compra que rondaría los 10 millones de euros.