“Lamentablemente ya teníamos dos goles en contra en diez minutos y eso fue minando las posibilidades de sacar un resultado. Hicimos todos los esfuerzos necesarios y tuvimos muy mala suerte en ese tercer gol”, inició el técnico de verdiblanco en la rueda de prensa posterior al choque.
El chileno aceptó que la visita no iba a ser fácil: “nadie creyó que íbamos a llevarnos los tres puntos de Pamplona con facilidad. Es un rival difícil y la manera en la que perdimos no deja un mal sabor de boca porque dimos demasiadas licencias en los primeros minutos de partido”.
Lamentó la falta de “intensidad” ante un Osasuna que no perdonó las ocasiones que tuvo durante los primeros minutos de juego.