El Sevilla le despide con honores en el antepalco del Sanchez Pizjuán. Se marcha un futbolista que, aunque no haya nacido aquí, siente el escudo. Un futbolista titular indiscutible, de gran carácter en el césped y en el vestuario. Se va un jugador con mayúsculas, 208 partidos con el Sevilla, 44 goles, 22 asistencias, 2 títulos de la Europa League, 4 clasificaciones para la Champions… difícil de igualar.
El problema es que ahora el club nervionense solo puede firmar a un futbolista sin equipo. No se descarta que no venga nadie para suplir a Ocampos. Se intenta lo de Memphis depay pero cobra mucho y está complicado. Y la opción de que no venga nadie está ahí. Y si eso ocurre, habrá que entender el enfado de la gente porque la plantilla del Sevilla se ha ido devaluando últimamente en cada mercado un poquito mas... y ahora hasta fuera de mercado. Dijo hace unos meses Del Nido Carrasco que organizó aquella famosa reunión en la finca de Sergio Ramos porque quería cimentar su proyecto en Rakitic, Fernando, Ocampos, Navas y el propio Sergio. Pues no queda nadie. Bueno, Navas y de milagro. Solo para 3 meses. No le ha salido muy bien que digamos la jugada al presidente.