ESTA SEMANA EN 'EL CONSULTORIO'¿Qué son los mecanismos de defensa y cuándo los utilizamos?
Los mecanismos de defensa son las reacciones inconscientes que tenemos en situaciones emocionalmente difíciles de aceptar y que utiliza nuestro cerebro para intentar mantener nuestro equilibrio psicológico y evitar el sufrimiento o malestar que nos supondría enfrentar esa realidad.
Incorporamos estas estrategias psicológicas de manera inconsciente en situaciones muy diversas: cuando creemos que nuestra identidad o sistema de creencias pueden verse dañados, cuando adaptarnos a una nueva realidad nos supondría un gran esfuerzo psicológico o cuando, emocionalmente, una situación es demasiado compleja o intensa para asumirla.
Aunque los mecanismos de defensa tienen la función de protegernos del sufrimiento al evitarnos las emociones dolorosas, los pensamientos negativos, la ansiedad y eventuales bloqueos, no siempre nos beneficia no ser conscientes de ellos, ya que podemos estar evitando resolver conflictos que están repercutiendo negativamente en nuestra vida personal, social y familiar.
Como estas estrategias se dan a nivel inconsciente, pocas veces somos conscientes de que las estamos utilizando. Sin embargo, durante un proceso terapéutico, se pueden llegar a detectar algunos de estos mecanismos de defensa que redundan negativamente en nuestra forma de actuar y, por tanto, también en nuestro entorno.
Los mecanismos de defensa suelen tener una función transitoria, hasta que la persona puede aceptar la situación que los ha generado. No obstante, algunos de estos mecanismos están tan arraigados en nuestra forma de ser, que ya se han incorporado a nuestra manera de funcionar. Recordemos que no son voluntarios, que se dan sin que lo pensemos, por lo que tampoco los podemos evitar conscientemente.
PRINCIPALES MECANISMOS DE DEFENSA
Negación: Se da en situaciones en las que nos cuesta mucho aceptar un hecho o noticia, como el no ser correspondidos por la persona que amamos o la pérdida de un ser querido.
Represión: La represión es un mecanismo de defensa que actúa para que la persona olvide experiencias traumáticas: para evitar contactar con pensamientos, recuerdos, impulsos o experiencias que consideramos vergonzosos, inaceptables o demasiado dolorosos. Nuestro cerebro, al rechazarlos, los vuelve inconscientes.
Proyección: Habitualmente nos es más fácil identificar y tolerar ciertas emociones en los demás que en nosotros mismos. Cuando esto ocurre, puede darse el mecanismo de defensa de la proyección: atribuimos nuestras propias emociones, pensamientos o deseos a otras personas.
De defensa, a causa de sentimiento de inferioridad: Algunas personas, cuando se sienten inferiores en algún aspecto y no pueden afrontarlo, desarrollan actitudes agresivas y/o excesivamente competitivas.
Regresión: Cuando una persona se enfrenta a situaciones estresantes o desafiantes, puede regresar a conductas infantiles.
Desplazamiento: Hay desplazamiento cuando transferimos características, sentimientos o emociones de un objeto o persona a otro/a.
Racionalización: Es cuando pretendemos justificar situaciones o errores que hemos cometido con razones o argumentos supuestamente lógicos.
Compensación: Este mecanismo se adopta de manera inconsciente para reprimir una conducta, actitud o emoción que nosotros mismos reprobamos, y consiste en adoptar la actitud contraria.
Identificación: Para compensar las propias carencias, se adoptan las ideas, actitudes, virtudes, e incluso la imagen, de otra persona que tenemos idealizada.
En 'Más de Uno Marbella' hemos hablado sobre los 'Mecanismos de defensa' con nuestro psicólogo de cabecera Buenaventura del Charco. Puedes escuchar la sección aquí, en el audio adjunto.
Miguel Muñoz
Marbella | 19.01.2022 13:50