Marbella | 09.04.2021 06:07
Hasta hace poco, el 90% de los municipios de la provincia no tenía separadas las tuberías de pluviales y fecales, con lo cual las aguas de lluvia van a las depuradoras y las depuradoras han quedado saturadas. La autoridad competente en la materia es la Junta de Andalucía, a cuya puerta hemos llamado para que nos cuente qué se está haciendo en este momento. Nos ha respondido el director general de Infraestructuras y Agua de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Sergio Arjona. Arjona nos han hablado de anteproyectos, más tangibles a corto plazo de cara a ver las necesidades. Aunque asegura que el reto no es fácil, sobre todo por el doble interés que suscita.
Y a los municipios más beneficiados por los nuevos planes nos vamos, a Casares e Istán, para que sus alcaldes, José Carrasco y José Miguel Marín, nos hablen de unas de las infraestructuras más demandadas de la Costa del Sol Occidental.
Desde la empresa de aguas de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol, Acosol, su consejero delegado, Carlos Cañavate y su consejero ejecutivo, Manolo Cardeña, nos hablan de las obras en marcha y proyectos comunes.
Cañavate se congratula del momento que vive la Costa en lo que a depuración se refiere. La comarca depura sus aguas y también las reutiliza.
Uno de los organismos más preocupados y que más peso ha tenido en la demanda del saneamiento integral ha sido sin duda en los últimos 15 años el Foro de saneamiento de la Costa del Sol, compuesto por las principales asociaciones de la provincia de Málaga entre las que se encuentra la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, CIT Marbella y las confederaciones de empresarios de Andalucía y Málaga, entre otras. El coordinador del Foro, Antonio Aranda, apunta que, tras décadas, ya se ve la luz al fondo del túnel y aunque la red de depuradoras está en marcha, los colectores van, sin embargo, más despacio. La comparativa es inevitable, Baleares y sus cristalinas aguas, aunque depende de quien lo cuente, la comparativa pesa a un lado u otro. Aranda lo tiene claro, la Costa del Sol avanza.
Uno de los datos que más duelen es no saber dónde ha ido a parar, desde mayo de 2011, el dinero del canon de depuración que se les cobra a los ciudadanos en el recibo del agua y que deberían haberse destinado a financiar la construcción y ampliación de depuradoras, colectores, emisarios y estaciones de bombeo. Hablamos de cientos de miles de euros. La trascendencia de estas actuaciones es mayor si cabe si se tiene en cuenta las obligaciones que desde hace años pesan sobre Andalucía y el resto de España en lo que a depuración de aguas se refiere, conforme a las exigencias de la Unión Europea. Ya que mientras tanto, cada año hay que hacer frente al pago millonario en concepto de sanciones por no cumplir el vertido cero. Esperemos que la fecha de 2023 no vuelva a retrasarse.