Arturo Ribera, Pedro Antonio López Roldán y las hermanas Maldonado son nombres propios ligados para siempre a la historia de la Navidad en Marbella. A ellos y ellas debemos que la ciudad mantenga viva la ilusión por armar el Belén, sin que tenga que haber un lío de por medio, como reza una de las acepciones de la expresión. Aquí se sigue armando literalmente, montándose también en las casas. Y en los colectivos como la Asociación Belenista. A su cabeza está Mariló Tena.
Llevan ya algunas semanas montados. Son muchos en la ciudad, haciendo gala de esa tradición que resiste las envestidas de lo moderno. Se ven ya hechos; casi nunca el proceso hasta. Pareciera que es cosa de un par de días. Pero nada más lejos de la realidad.
Y es que los componentes de un Nacimiento o Pesebre los elaboran los miembros de los colectivos belenistas. Todos menos las figuras que se encargan a imagineros. Algunas de ellas son antiguas, como dos, en el caso de la Asociación, que datan de 1931. De algunas décadas más tarde son los primeros recuerdos de Mariló Tena, sobre la presencia de los belenes, que recorrían las calles de la ciudad junto con los Reyes Magos.
La papelería de Arturo Ribera, en la plaza de La Victoria, era un lugar frecuentado Navidad tras Navidad por los marbellíes para hacerse con adornos para sus Nacimientos. El del fotógrafo Pedro Antonio López Roldán era uno de los más famosos. Y entre el Ayuntamiento que lo ideó y las hermanas Maldonado que lo recuperaron, le debemos el Belén Viviente.
De mucho antes proviene la otra gran tradición navideña marbellí. Nuestra segunda protagonista de hoy cree que, por la naturaleza de sus ingredientes, de tiempos de la ocupación árabe. Ingredientes, en el sentido literal de la palabra; los que integran los famosos roscos de vino, que destacan por encima de los pestiños, los borrachuelos y los buñuelos. No le gusta que se la presente así, pero Carmina Mata, es una auténtica experta en lo que a la gastronomía tradicional navideña se refiere.
¿Y cómo se hacen los roscos al estilo tradicional navideño-marbellí? Carmina los hace como hace mucho los elaboraba su bisabuela.
Las recetas han resistido, igual que la propia tradición, el paso de los años. Sólo hay una leve diferencia con algunos que se elaboran hoy día: el uso de la manteca de cerdo. Y esa costumbre que perdura dice que es precisamente en estos mismos días cuando hay que elaborar los roscos.
A los roscos les seguirían los buñuelos, que todavía no deberían hacerse. Era la noche del 24. Para comérselos en la misma Nochebuena o en la mañana de Navidad. Y curiosidad al fogón: eran los hombres los que solían ponerse manos a la masa, en la puerta misma de cada casa.