EL ENCARTE

Tosween o Hallotón

Desde hace unos cuantos años, en Marbella se celebran casi a la par el “Tostón” y Halloween. La celebración importada de Estados Unidos, aunque originaria de un lugar mucho más cercano, está ya en el calendario de festejos de la ciudad, sobre todo en el de los más pequeños. Ha llegado para quedarse, que se dice. La idiosincrasia de la ciudad, su multiculturalidad, ha hecho mucho. No gusta del todo a los amantes de la tradición local por sus connotaciones comerciales, pero ciertamente es más antiguo y se celebra ese día desde antes que el Día de Todos los Santos.

Alfonso Olaso

Marbella |

En una época de mezcla de culturas y con la identidad de Marbella, no se podía evitar que la tradición celta de Halloween se colara en la sociedad como lo ha hecho. Además, ambas celebraciones comparten mucho más de lo que a priori parece. Los celtas conmemoraban el primero de noviembre el llamado “Samhain”, el festival de la muerte con el que finalizada el estío y comenzaba el frío y la oscuridad. Luego estaba el Día de Todos los Santos cuyo origen está en la persecución del emperador romano Diocleciano a los cristianos. Al principio la fecha de ese homenaje era mayo, pero años después se trasladó al mismo día de la celebración celta para tratar de ocultarla, según ha detallado el fundador y miembro de Marbella Activa, Javier Lima, que ha estudiado la historia de los dos festejos.

Más similitudes. El “Samhein” también significaba el final de la cosecha y el agradecimiento por los frutos recogidos. Y de esta celebración celta proviene el famoso “truco o trato” y el elemento tan simbólico del actual “Halloween”: la calabaza.

Y otro parecido más. El castaño es un árbol sagrado en la cultura celta. Simboliza la inmortalidad y de su fruto se extraía antiguamente la harina para hacer pan.

Con el paso de los años, los irlandeses que heredaron las tradiciones y la cultura celta, y que emigraron a Estados Unidos, se llevaron al otro lado del charco lo que ahora es uno de los momentos más importantes en su calendario. Pero tiene una faceta comercial que en cierta manera, y teniendo en cuenta lo que encierra el “tostón”, desprestigia a “Halloween”.

Se queda Lima con la celebración de la tierra. Al igual que Enrique Cantos que aunque no como en su juventud, sigue recordando a sus seres queridos con castañas y aguardiente. Ha recordado este marbellí como antiguamente las mujeres iban al cementerio a limpiar y blanquear los nichos, mientras los hombres y los niños las esperaban fuera preparando los famosos frutos secos.

Ahora es distinto. No con resignación pero sí con algo de añoranza por aquellos tiempos vividos, Cantos ha explicado cómo algunas costumbres se mantienen pero otras han ido desapareciendo.

Él no lo vivió, pero sí sabe de que en pleno siglo XIX ya se celebraba así el Día de Todos los Santos en Marbella, cuando el camposanto estaba en otro lugar.

Las Molaeras y Puente Palo fueron lugares de reunión que también han cambiado. De aquellas viejas reuniones se mantiene Puerto Rico Bajo. Bueno, a excepción de estos últimos años, por el conflicto de la “okupación” de esos terrenos, que está pendiente de solucionarse.