Banderas compró La Gaviota, como se llamaba el chalé, en 1996, al año siguiente de construirse y de que muriera su anterior propietaria, la periodista Encarna Sánchez. El entonces gobierno municipal del GIL le había concedido licencia que luego se supo ilegal. En 2003 el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía la anuló porque la propiedad invadía el dominio público marítimo terrestre. Con la aprobación del PGOU de 2010, se intentó normalizar la situación del inmueble mediante la cesión de más de 1.200 metros cuadrados de la parcela, pero el Supremo invalidó el Plan marbellí en 2015 y desde entonces pesaba sobre la propiedad del malagueño una orden de demolición que ahora ha ejecutado.
La discoteca Opium volverá a dar servicio. El Ayuntamiento de Marbella ha desestimado las cinco alegaciones presentadas -cuatro de particulares y una de Ecologistas en Acción- ante la reapertura del local y le ha concedido licencia de instalación. El Ejecutivo local, según ha asegurado su portavoz, Félix Romero, vigilará en especial que la realidad del establecimiento sea conforme a los permisos concedidos, habida cuenta de todos los antecedentes polémicos que han rodeado al establecimiento y el servicio que daba.
El consistorio le ha concedido en concreto licencia para establecimiento de hostelería con terraza privada y piscina con carácter provisional.