La operación ‘Parabris’ se inició tras tener conocimiento los agentes de dos denuncias distintas: una por abusos sexuales a una menor en la que la niña confirmó a los agentes los abusos sexuales sufridos durante al menos dos años.
La segunda denuncia fue realizada por una mujer que afirmó haber sido agredida sexualmente en la vivienda del supuesto autor cuando habían quedado para conversar, forzándola sin su consentimiento con violencia e intimidación.
De sus declaraciones la Guardia Civil constató que se trataba del mismo autor localizando al agresor en Málaga capital donde vivía en una chabola ubicada en una zona boscosa y de difícil acceso, frecuentada por numerosas personas sin techo.
El detenido había experimentado un extraordinario cambio de complexión física durante el mes y medio que había permanecido huido y que dificultaba su reconocimiento. Además los agentes comprobaron que tenía documentación de otra persona para evitar ser identificado.
Tras ser puesto a disposición de la autoridad judicial ha ingresado en prisión.