Saboraje, el cartel del 27 Festival de Málaga

El director del festival ha manifestado que el desarrollo vanguardista que ha experimentado la ciudad en los últimos años y la luminosidad de Málaga, su gastronomía y paisaje son los códigos que de manera sintética se han empleado en la composición de la imagen de la próxima edición. “En este cartel se ve reflejada una arquitectura cultural de vanguardia, que es firme; una estructura que recuerda al armazón que necesita la cultura para ser sólida. Y esa es nuestra apuesta: un festival necesario, útil y sólido en su modelo -porque su diseño está detalladamente estudiado y planificado- y sólido en sus cimientos -porque cuenta con el apoyo del sector, de las instituciones (con nuestro Ayuntamiento al frente) y de los patrocinadores que lo sustentan y a los que año a año debemos agradecer su firme apuesta. Pero también un festival que más allá de la imprescindible exhibición de películas, se ha convertido en epicentro de la industria cinematográfica española y en español con un proyecto de tanta envergadura como son los Spanish Screenings, el mercado oficial del cine español, que volveremos a celebrar en nuestra próxima edición”, ha declarado.

En el diseño del cartel, según ha explicado Fabián Suárez, miembro del equipo de Narita y autor del cartel, confluyen tres elementos que buscan transmitir algunos de los rasgos más característicos de la ciudad de Málaga. Por un lado, el azul luminoso de sus días y sus cielos despejados, tan propios de los paisajes de la Costa del Sol. Por otro, el desarrollo vanguardista que ha experimentado la ciudad, a través de una síntesis gráfica de la pérgola que recorre el Palmeral de las Sorpresas, un diseño entre hipnótico y cinético de Junquera Arquitectos para uno de los espacios públicos más representativos de la zona de los muelles. Como guinda, literalmente, una referencia gastronómica a la torta loca: un popular dulce malagueño cuyo glaseado de yema en la parte superior se corona con esta fruta en almíbar.

La combinación de todos estos elementos persigue, a su vez, la representación de un saboraje: un término acuñado por el escritor andaluz José María Suárez Gallego que alude a esa sensación de conexión que experimentamos con un paisaje al disfrutar de su gastronomía local sintiéndonos parte del entorno, por el que nunca será lo mismo degustar una tarta loca en cualquier otro lugar. La idea es transmitir que el Festival de Málaga es una experiencia única y especial que solo puede pasar en Málaga.