Los empresarios hosteleros también piden esa sensatez, al tiempo que dicen respirar algo mejor cuando las medidas se van flexibilizando y cuando, por ejemplo, desde este fin de semana han visto llenar de nuevo sus espacios, abiertos al público aún con restricciones. Es esa una de las notas del pasado fin de semana: Tras la publicación del BOJA, las limitaciones de aforo se mantienen tal y como estaban y hasta el 13 de mayo no habrá ampliación, dependiendo del nivel de alerta sanitaria en que nos encontremos. Ahora mismo, recordemos hay limitaciones que no debemos saltarnos: mesas de cuatro personas en el interior y seis en el exterior. Será, como pronto, el próximo jueves cuando entren en vigor nuevos aforos, en función de los niveles de afección de la pandemia en el municipio de que hablemos: En el caso de estar en nivel 2 –como hasta ahora se encuentra la provincia de Málaga, con la excepción de Alfarnate y Cuevas del Becerro en nivel 4–, los aforos se ampliarían a seis en interior y ocho en el exterior; y con un nivel de alerta sanitaria 1 sería cuando entraría en vigor la norma de ocho personas por mesa dentro del restaurante y diez en el exterior.
Sí que está vigente ya el cambio en horarios: desde este pasado sábado, en Andalucía los bares pueden cerrar a las 12 de la noche y los negocios de copas y discotecas pueden tener la persiana levantada hasta las 2. En ese sector, casi todas las miradas: la imagen del último fin de semana no ayuda y, también Málaga, algunos se tomaron la justicia y la ley, a su manera. Personas bailando al ritmo de la música, en la misma pista (a pesar de estar prohibido aún) y grabando con sus móviles la infracción, para acabar presumiendo en redes de que la noche es divertida, y que sin Estado de alarma, vuelve la permisividad. Algunos, al menos, bien parecían querer decir eso a sus conocidos el propio viernes por la noche, momento en que aún estaba vigente el Estado de alarma.
Con todo, esta semana te preguntamos sobre la conveniencia de mantener las medidas y la sensación al respecto del decaimiento de medidas como el toque de queda.