Paisajes del Olivar

La Junta señala que candidaturas como la de Paisajes del Olivar "no se pueden impulsar si no es con el territorio"

La Junta de Andalucía ha considerado este martes que candidaturas como la del Paisaje del Olivar a Patrimonio de la Humanidad "no se pueden impulsar si no es de la mano del territorio".

Redacción

Sevilla | 30.04.2024 18:46

Olivar en la zona afectada por el proyecto de exploración minera | Plataforma Sí a la Tierra Viva

Así lo ha indicado el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, a preguntas de los periodistas una vez que la comisión institucional del expediente decidiera este lunes retirarlo --había sido enviado a la Unesco con la previsión de analizarse en su asamblea general de 2025-- ante el rechazo de parte de los agricultores afectados, especialmente en la denominada zona 14, en la Campiña jiennense.

Para el también consejero de Sostenibilidad, y Economía Azul, "lo primero que hay que dejar claro es que Jaén y Andalucía no pierden", puesto que "el olivar sigue siendo un patrimonio de todos los jiennenses, de manera muy especial, y de manera general de todos los andaluces".

Tras considerar que "así va a seguir siendo", ha apuntado que la principal función de este cultivo "es seguir siendo el sustento de tantísimas familias que hoy viven de la producción de aceite de oliva" y se ha mostrado convencido de que "eso va a seguir sucediendo en el futuro".

"Es cierto que había una candidatura ilusionante en un principio, pero nosotros somos de la opinión de que este tipo de candidaturas no se pueden impulsar si no es de la mano del territorio", ha manifestado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de la Junta.

Al respecto, ha afirmado que se trata de "encontrar un binomio en el que la producción, la actividad económica, la agricultura no se vea dañada por un reconocimiento de este tipo". "Y si ese binomio no está claro, pues nosotros respetamos la decisión que se ha adoptado", ha apostillado.

EL EXPEDIENTE

El expediente de los 'Paisajes del Olivar en Andalucía. Historia milenaria de un mar de olivos' a Patrimonio Mundial fue impulsado hace una década por la Diputación de Jaén con la implicación de las diputaciones de Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga; las universidades de estas provincias, la Junta de Andalucía, organizaciones agrarias, cooperativas y fundaciones como Savia o Juan Ramón Guillén.

Se remitió el pasado mes de enero a la Unesco y estaba previsto que su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial se debatiera en la asamblea de 2025.

Ponía el foco en un paisaje cultural, agrario, evolutivo y vivo, cuyos valores a conservar tienen que ver precisamente con la continuidad de su productividad y su sostenibilidad económica, ambiental y social. Un paisaje patrimonial que es el resultado del esfuerzo de muchos agricultores y agricultoras, que han dedicado su vida al cultivo y cuidado de estos árboles que han permitido y permiten el sustento de muchas familias y territorios en Andalucía.

Este expediente identificaba 14 zonas de paisaje cultural, que se han delimitado en función también de la historia de este paisaje: Montoro y su entorno (Córdoba), Molino Ducal San Fernando (El Carpio, Córdoba), Haciendas de Tavera y La Buzona, (Carmona, Sevilla), Hacienda de San Ignacio de Torrequemada (Aljarafe, Sevilla), Haciendas de La Soledad y Guzmán (Los Alcores, Sevilla), Cortijo La Jara (Jerez de la Frontera, Cádiz), bancales de Nigüelas y almazara de La Erilla del Valle de Lecrín (Nigüelas, Granada), Olivares de Santa Catalina (Orcera, Jaén), El Ruedo (Almedinilla, Córdoba), Alfar de Écija (Écija, Sevilla), Cortijo Blanco (Periana, Málaga), Campiñas de Jaén (Porcuna y Lopera, Jaén), Hacienda La Laguna (Baeza, Jaén) y Zuheros (Sierras Subbéticas Córdoba).

Las zonas elegidas reflejaban valores excepcionales, que se concretan en una serie de expresiones materiales e inmateriales que van desde los tipos de parcelas y las variedades de olivar hasta las muestras arqueológicas y arquitectónicas, así como su patrimonio inmaterial, como puede ser la cultura campesina, las tradiciones o los espacios de interpretación, entre otros recursos.