Para el sindicato esta medida "supondría una oportunidad para cambiar el modelo turístico actual de explotación intensiva por un modelo sostenible de calidad y excelencia", y se "compensaría la desproporción entre habitantes y visitantes en cuanto al mantenimiento de los servicios públicos que se requieren".
De hecho, CCOO denuncia que "en este momento soportamos un gasto adicional en servicios públicos que pagan exclusivamente los ciudadanos, mientras el sector privado acapara los beneficios" y por ello cree que "la tasa turística podría suponer una mejora de la calidad de servicios como el transporte, la seguridad, el mantenimiento de jardines y otros que en estos momentos se sustentan principalmente por la ciudadanía pero de los que también hacen uso los visitantes".
Con esta aportación, el sindicato considera que la ciudad conseguiría una recaudación que podría invertirse precisamente en la especialización del sector, fomentar la formación continua y acabar con la precariedad.
En relación a la posible bajada en el número de viajeros, el sindicato mantiene que la tasa turística "no afecta a la afluencia, tal y como demuestran los ejemplos de Barcelona, Baleares, Roma, París o Berlín", pues "precisamente el patrimonio histórico, cultural, patrimonial y natural de Granada es garantía de mantener la afluencia de turistas", sostiene.