Cualquiera diría, pero Restaurante Oliver es uno de los negocios más antiguos de Granada. Abría sus puertas a comienzos del siglo XX pero no como bar sino como supermercado, el primero que abría sus puertas en la ciudad de la Alhambra, que perviviría hasta los años setenta, cuando ya daría paso al bar restaurante que hoy conocemos.
La plaza de la Pescadería, donde se ubica, invita a rememorar las naves y comercios donde se vendía pescado en abundancia y sus inicios como venta de ultramarinos, una actividad que inevitablemente nos traslada al olor a café, azúcar y especias provenientes de las últimas posesiones americanas.
Sus propietarios, de la tercera y cuarta generación, José Enrique y Belén Oliver han cuidado con esmero su gastronomía y en su sensacional terraza, una de las mejores de la ciudad, o en su barra y amplio salón comedor interior podrás disfrutar de la mejor ensaladilla o la mejor selección de carnes, verduras, pescados y mariscos.