Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, han llevado a cabo la macrooperación denominada “Operación Califa Trucks”, contra el tráfico de drogas que ha dado como resultado la detención de diez personas, ocho de las cuales se encuentran ya en prisión. La droga tenía como destino Francia y se transportaba camuflada como tomates. La operación ha permitido intervenir más de 22 toneladas de resina de hachís, varios teléfonos móviles y siete vehículos.
Se trata de la mayor cantidad de resina de hachís incautada en una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional en la provincia de Córdoba, como han resaltado el coronel de la comandancia de Córdoba, Juan Carretero y el comisario Jefe de la policía nacional, Carlos Serra después de una investigación muy complicada.
La operación se inició el pasado 10 de enero, cuando los investigadores averiguaron que la banda criminal, cuyo cabecilla está afincado en Córdoba capital, pretendía distribuir un importante cargamento de droga. Los agentes lograron detectar en un polígono industrial de un pueblo de Málaga uno de los camiones utilizados por los detenidos para trasladar la droga. La inspección del vehículo permitió hallar varios palés de cajas que aparentemente contenían tomates,para comprobar después que en el interior había 2.600 kilos de hachís distribuidos en varias cajas de falsos tomates.
Esto levantó la sospecha de los investigadores sobre la posibilidad de que en varias naves del polígono industrial de la localidad en cuestión, se pudiera encontrar una mayor cantidad de droga, por lo que procedieron a varios registros. Se localizaron otros 19.700 kilos aproximadamente de resina de hachís. La droga estaba oculta en 18 palés de grandes dimensiones que contenían bolas de hachís que simulaban ser tomates.
La banda tiene ramificaciones internacionales, La operación sigue abierta y no se descartan más detenciones en colaboración con europol.