El Gobierno local ha aprobado en el pleno municipal que la gestión directa del servicio de ayuda a domicilio a través de la empresa Hemsa (la antigua Esisa), y da así cumplimiento al compromiso adquirido con la plantilla de este servicio esencial para la sociedad.
El delegado de Presidencia, Conrado Rodríguez, ha apuntado en el pleno que el Ejecutivo municipal ha optado por este cambio de modelo “porque es la mejor opción para solucionar la precariedad, un problema estructural que afecta en todo el país a este servicio; y a la que se ha llegado después de trabajar esta solución de la mano del comité de empresa”.
Rodríguez ha apuntado que apostar por la gestión directa desde lo local de la ayuda a domicilio es una cuestión necesaria para un servicio que cuenta con más de 500 personas beneficiarias en San Fernando y más de 180.000 horas de asistencia, y cuya plantilla está formada por 160 empleadas y empleados. Tal como ha apuntado, “como sociedad tenemos la obligación de cuidar a las que cuidan de las personas mayores y a nuestros dependientes”. El delegado de Presidencia ha insistido en que esta intervención desde lo público para prestar el servicio de ayuda a domicilio busca el triple objetivo de “cumplir con la justicia social con las trabajadoras, darles unas condiciones laborales dignas que también redunde en la mejora continuada del servicio, y garantizar su sostenibilidad a medio y largo plazo”.
Como ha apuntado, es de justicia social mejorar las condiciones en las que trabaja un colectivo que presta un servicio esencial para la sociedad, y que se encarga de realizar un trabajo muy duro. Además, darles esas mejoras laborales redunda a su vez en la mejora del servicio que se presta cuidando de personas, que exige el 100% de la dedicación de su plantilla con cada persona usuaria, y que podrá ganar en calidad con un mayor descanso y rotación de las trabajadoras. Por último, las mejoras laborales también permitirán hacer más atractivo este empleo y poder contar con más personal cualificado para un servicio que por sus duras condiciones y los bajos sueldos tiene escasez de mano de obra, al tiempo que crece la demanda de usuarios y usuarias.