Ocho detenidos en una operación contra la trata de seres humanos en Chiclana
Las víctimas eran forzadas a trabajar en dos empresas dedicadas al cuidado de personas dependientes sin contrato de trabajo ni alta en la Seguridad Social
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Chiclana a una organización dedicada, presuntamente, a la trata de seres humanos y a la explotación laboral. Las víctimas eran captadas en Honduras, de donde eran originarias y donde les proporcionaban toda la documentación necesaria para viajar a España. Una vez que llegaban a territorio español, se les retiraba el pasaporte y se les exigía el pago de una deuda que oscilaba entre los 4.000 y los 6.000 euros. Para hacer frente a esa deuda, las víctimas eran explotadas en dos empresas dedicadas al cuidado de personas dependientes. Trabajaban sin contrato y sin ser dadas de alta en la Seguridad Social, con largas jornadas de trabajo y un salario ínfimo.
La investigación comenzó gracias a la denuncia de varias personas que decían ser víctimas de una organización que les explotaba laboralmente. Los agentes pudieron corroborar la presencia en la provincia de Cádiz de una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral de ciudadanos hondureños. Los cabecillas eran una mujer y su hijo -de origen hondureño y nacionalidad española-, que eran los encargados de captar en el país centroamericano a personas en situación vulnerable, a quienes ofrecían un trabajo en España. También eran los responsables del traslado entre ambos países, realizando todos los trámites necesarios para la adquisición de los billetes de viaje, pasaportes y cartas de invitación.
El teléfono de la trata: 900 10 50 90 no refleja la llamada en la factura
Las víctimas eran recibidas en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas por otro miembro de la organización que las trasladaba hasta Cádiz. Allí eran alojadas en un piso alquilado por el entramado, donde les retiraban el pasaporte y cualquier otra documentación que poseyeran. Además, les comunicaban que habían contraído una deuda que podía oscilar entre los 4.000 y los 6.000 euros. La explotación laboral de las víctimas se producía a través de dos empresas ubicadas en la provincia de Cádiz dedicadas al cuidado de personas mayores o impedidas, propiedad de varios miembros de la organización. Solían trabajar como internas en los domicilios de las personas que cuidaban, obligadas a hacerlo sin contrato de trabajo ni alta en la Seguridad Social, con largas jornadas de trabajo, sin apenas descansos y salarios muy reducidos. Tras analizar toda la información recopilada, los agentes llevaron a cabo el correspondiente dispositivo operativo, que culminó con el registro de dos domicilios en Chiclana de la Frontera y la detención de ocho personas -los dos cabecillas han ingresado en prisión-. Los investigadores han intervenido 1.000 dólares, 500 euros y abundante documentación probatoria.