'Doña Paquita' y su compromiso por la educación, para siempre en el colegio de Casines
La propuesta en caso de ser aprobada se trasladará a la dirección y consejo escolar del nuevo centro y a la Delegación de Educación y Deportes de la Junta de Andalucía, competentes para fijar dicha denominación.
Puerto Real | 26.01.2021 17:36
La formación Andalucía por Sí propondrá en el próximo Pleno ordinario una moción para que el colegio de la barriada de Casines, que carece de denominación oficial, pase a llamarse 'Colegio Paula Contreras', hija adoptiva de la ciudad nombrada a título póstumo en 2015. Contreras fue maestra, autora literaria y considerada figura relevante dentro de la cultura puertorrealeña del pasado siglo XX. El portavoz de Andalucía por Sí, Alfredo Fernández, cree necesario este reconocimiento en el 110 aniversario del nacimiento de esta puertorrealeña de adopción: "sería el momento adecuado para que un centro de enseñanza de nuestra localidad llevara su nombre, en atención a los sobrados méritos de esta maestra", asegura Fernández.
Francisca de Paula Contreras Márquez, conocida en Puerto Real como “Doña Paquita”, nació el 8 de enero del año 1911 en Aldea de los Zapateros (Córdoba) y tras su matrimonio en el año 1938 en Ubrique (destino que tenía como maestra) con el farmacéutico Fermín Sánchez de Medina, llegaron a Puerto Real en el año 1941, población donde vivieron el resto de su vida y donde a título póstumo el pasado año 2015 recibió el título de hija adoptiva. Paula Contreras estudió magisterio y lo ejerció en diferentes poblaciones. En Puerto Real vivió su profesión en diversos ámbitos, impartió clases de manera voluntaria, en distintas asociaciones, caso de la Residencia de Madres Filipenses y a personas particulares. Durante toda su vida enseñó a leer y a escribir, incluso dando clases en su casa y alentó a personas de todas las edades a desarrollar la creatividad literaria.
Destacada es su producción literaria, con títulos tan señalados como "El brujo del Tiempo" (1951), novela cuya acción se desarrolla en Puerto Real y fue publicada por capítulos en la revista del grupo Madrigal a comienzos de los años 50, siendo su última novela otra inspirada en su tierra de adopción "La botica de la Calle de la Plaza" que constituye un reflejo de la sociedad de Puerto Real entre los años 40 y 60. Su novela "Historias de un pueblo sin historia" (1952) dedicada y centrada en Moriles, su tierra natal, fue seleccionada entre las novelas finalistas del premio Nadal en el año 1954.
Igualmente formó parte del grupo Madrigal de Puerto Real (Letras, Artes y Ciencias) desde su fundación en el año 1951, siendo elegida su primera presidenta en ese mismo año (en una época donde recibir este tipo de reconocimientos a nivel cultural siendo mujer no era ni mucho menos sencillo ni habitual), una entidad que mantuvo viva la cultura en Puerto Real durante décadas y donde ella siempre participó vivamente en sus actividades y revista.