El Ayuntamiento de Arcos de la Frontera ha suspendido su Belén Viviente, que se debía celebrar este 18 de diciembre, para evitar el riesgo de transmisión del Covid-19. Lo ha anunciado el alcalde, Isidoro Gambín, que ha apelado a la gran cantidad de visitantes prevista (cercanos a 20.000 personas) que hacen imposible, según el edil, su control.
Otros eventos de la programación navideña sí se mantienen, debido a que no convocan a un número tan masivo de público exterior, y por tanto, no provocarían que la incidencia pudiera subir desproporcionadamente. Por tanto, Arcos de la Frontera seguirá siendo un destino seguro para acoger a un turismo responsable, que llegue hasta los establecimientos hosteleros de la ciudad.
Aunque Arcos se encuentra aún en una tasa de incidencia baja de coronavirus, desde el Consistorio se ha tomado esta decisión para salvaguardar el interés general de la salud de los arcenses.