El dispositivo ha corrido a cargo de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) que durante el registro del club, encontró a las víctimas "en unas condiciones deplorables". Dormían "hacinadas en un inmueble anejo al club sin apenas higiene y sin poder salir del recinto a no ser que fuese en compañía de un integrante de la red".
Las mujeres podían ser castigadas "con agresiones físicas y multas económicas en caso de mal comportamiento" y tenían que pagar cantidades "abusivas por usar servicios básicos como el agua o la lavadora".
Los cuatro detenidos por delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución, delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, delito contra los derechos de los trabajadores y pertenencia a grupo criminal, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción 5 de Almería. Se ha ordenado el ingreso en prisión provisional para dos de ellos.